Enola Holmes

 

La joven de 16 años Enola Jones (Millie Bobby Brown) convive idílicamente con su madre Eudoria (Helena Bonham Carter) en su casa en medio del campo hasta que un día, ésta (su madre, no la casa)desaparece súbitamente. Esta situación  origina el retorno al hogar de los largamente ausentes hermanos mayores de Enola, el ya célebre detective Sherlock (Henri Cavill) y Mycroft, sostén de ambas a la distancia (Sam Claflin), quien decide "organizar" la vida de su hermanita. Enola no se resigna a este nuevo orden de cosas y se propone dar con el paradero de su madre. Más pronto que tarde se cruzará en su camino un marquesito en problemas (Louis Partridge).

Enola Holmes viene a engrosar la creciente lista de spin offs y precuelas que se cuelgan de personajes famosos y que poco aportan al universo de sus referentes originales, utilizando sus nombres como excusas y ganchos marketineros. Basada en la primera de la saga de seis novelas The Enola Holmes Mistery de Nacy Springer, su personaje protagónico ni siquiera existe en las novelas originales de Conan Doyle sobre Sherlock y me temo que el antecedente literario augura más películas sobre los siguiente libros.

Este film de Harry Bradbeer, más relato de aventuras y aprendizaje que detectivesco, está claramente dedicado a un público adolescente, buscando instalar  a Brown (la figura de Stranger Things) como nueva heroína cinematográfica. La película incluye rasgos de protofeminismo y Enola cumple con los requisitos actuales  de empoderamiento femenino, tanto rebelándose frente al poder de los hombres (sus hermanos) como invirtiendo los roles como chica que rescata a chico en apuros.

La producción es vistosa, el ritmo es ágil, la violencia módica y el pudor victoriano. Enola derriba la cuarta pared verborrágicamente (no es Fleabag) y el film abusa del flash back pero Brown lleva a buen puerto su personaje logrando salvarlo en parte de su chatura psicológica. Algunos diálogos donde la acción reposa no están mal , sobre todo en una de las mejores escenas con Frances de la Tour. Pero el género se impone y se lleva puesta parte de la verosimilitud de una historia que adolece de bastante predecibilidad.

Una pena que por centrarse en el personaje de Enola quede abandonado el de su madre Eudoria, que como trama paralela podría haber enriquecido la acción y que no ahonde en la relación con su hermano famoso. Pero eso ya habría constituído otra película (o una serie).