3 mujeres

Una película de Robert Altman alucinante, con Sissy Spacek y Shelley Duvall; la primera haciendo casi de adolescente provinciana que va a trabajar a California, donde traba amistad con la acompañante terapéutica para ancianos, interpretada por Duvall. A partir de ahí, una folie a deux, un película que transita lo cómico, lo horroroso, lo fantástico, lo onírico y sobre todo lo siniestro, en un sentido psicoanalítico.

Un clima raro, originalísimo. Cada vez me convenzo más que el cine americano terminó en los años 70, alcanzando allí su cima. Un cine muy atribulado: es la época de Carrie, El Exorcista, El Resplandor, Blow Out, La conversación, todas obras maestras casi nunca vueltas a alcanzar ni siquiera por sus autores. También época de Chabrol, Antonioni y Bergman, con quienes comparte rasgos también.

Ni que hablar de las protagonistas. Una película que anticipa mucho a David Lynch, pero con los pies más en la tierra.

Un cine para dejarse llevar, para no intentar entenderlo todo, pero sí lo suficiente, sin voces en off que todo lo rellenan; un cine que le habla al inconsciente. Una película que es varias películas a la vez.