Diamantes en bruto
Otra vez Nueva York, otra vez judíos y negros en NY, otra vez prestamistas pesaditos, otra vez jugadores y estafadores, otra vez familia formal y amante, otra vez Scorsese, otra vez una pizca de Tarantino... en la odisea de un joyero neoyorquino y jugador (Sandler) en pos de un transacción salvadora a la que boicotea desde el vamos.
Si bien uno puede rescatar ciertos ribetes kafkianos de la trama y ciertos momentos de la actuación de Sandler y algune otre, la casi permanente cacofonía de todos los personajes hablando a los gritos o exaltados como en una suerte de rap permanente desafía la paciencia del espectador. Muchos críticos ponderaron esta puesta en escena "nerviosa": a mí me resultó exasperante y no por las mejores razones.
La peli gana algo de humanidad en los momentos con las mujeres de la historia y algo de tensión genuina en el último tercio de su largo metraje.
En resumen: algo para mí ya demasiado visto.
(de los hermanos Safdie)
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