El juicio de los 7 de Chicago / The Trial of the Chicago 7
(Español / English)
Reseña
El juicio de los 7 de Chicago relata el juicio llevado
adelante en esa ciudad en 1969 en el que se acusó de conspiración a siete
activistas y dirigentes que habían concurrido a la Convención Demócrata para manifestarse
contra el envío de tropas a Vietnam, protesta que derivó en violentos
incidentes con la policía.
Como es habitual en estas películas “basadas en hechos reales”,
su introducción expone una abrumadora cantidad de información, presentando a los
actores del drama antes de los incidentes que eran líderes o dirigentes de diversas
agrupaciones estudiantiles, políticas y civiles: Estudiantes por una Sociedad Democrática
(SDS), hippies del Youth International Party (Yippies), Mobilization to End the
War in Vietnam (The Mobe) y un presidente de los Panteras Negras, entre otros.
Luego Aaron Sorkin (director y guionista) procede a una
acertada elipsis que nos ubica directamente en el juicio. El desarrollo es el
de un típico drama tribunalicio y son los flashbacks, a veces en montaje
paralelo con las declaraciones testimoniales, los que van reconstruyendo los
hechos y su cronología. El lenguaje no es altisonante y aparecen inesperados
rasgos de humor durante las audiencias, pero lamentablemente, como película
estadounidense no puede privarse de algún momento culminante efectista. También
se abordan las disidencias (a veces profundas) entre los acusados en función de
sus grupos de pertenencia.
Sólo hay dos situaciones de verdadera e inesperada tensión (una
de ellas muy dura) durante un juicio que fue planteado desde el vamos como un
montaje aleccionador y donde se manifiesta también el racismo de siempre.
A pesar de su longitud, no decaen ni el ritmo ni el interés,
sobresaliendo las actuaciones de Frank Langella como un imponente y por momentos
iracundo juez y la de Joseph Gordon-Levitt como el solvente y contenido fiscal que
cumple instrucciones pero no carece de consciencia.
En suma, el juicio de los 7 de Chicago es el tipo de
película “basada en hechos reales” y de “denuncia política” que les gusta a los
electores de los Oscars pero que dista bastante de ser un gran film.
The Chicago 7 trial is the kind of "based on real events" and "political denunciation" film that the voters of the Oscars like, a court-political drama with the Vietnam War as a backdrop, well mounted, well acted (Frank Langella and Joseph Gordon-Levitt stand out), with good dialogue, few surprises and it is far from being a great film.
Review
The Chicago 7 trial recounts the trial carried out in that
city in 1969 in which seven activists and leadres who had attended the Democratic
Convention to demonstrate against the sending of troops to Vietnam were accused
of conspiracy, a protest that led to violent incidents with the police.
As is usual in these films "based on real events", their introduction exposes an overwhelming amount of information, presenting the actors of the drama before the incidents who were leaders or leaders of various student, political and civil groups: Students for a Democratic Society (SDS), hippies from the Youth International Party (Yippies), Mobilization to End the War in Vietnam (The Mobe) and a chairman of the Black Panthers, among others.
Then Aaron Sorkin (director and screenwriter) proceeds to a successful ellipsis that places us directly in the trial. The development is that of a typical courtroom drama and it is the flashbacks, sometimes in parallel montage with the testimonial statements, which reconstruct the events and their chronology. The language is not high-sounding and unexpected traits of humor appear during audiences, but sadly, as an American film it cannot be without some gimmicky climactic moment. Dissenting (sometimes deep) between the accused according to their group membership is also addressed.
There are only two situations of real and unexpected tension (one of them very hard) during a trial that was raised from the beginning as a sobering montage and where the usual racism is also manifested.
Despite its length, neither the pace nor the interest wane, standing out the performances of Frank Langella as an imposing and at times irate judge and that of Joseph Gordon-Levitt as the solvent and fiscal content who follows instructions but does not lack conscience.
In sum, The Trial of the Chicago 7 is the kind of
"fact-based" and "political denunciation" movie that Oscars
voters like but is far from being a great movie.
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