Descuida, yo te cuido / I Care a Lot
(Español / English)
Una película que descarrila irremediablemente hacia lo
inverosímil luego de su viraje de género.
Marla Grayson (Rosamund Pike) ha montado un sistema de
contactos médicos y judiciales y una empresa para conseguir por vía legal y
oficial la tutela de ancianos sin familiares que son declarados incapaces y de
ese modo poder administrar sus bienes para solventar su internación geriátrica
y quedarse con el resto. Pero su aceitado mecanismo de expoliación avalado por
el Estado encontrará inesperadas complicaciones cuando se haga cargo como
tutora de Jennifer Peterson (Dianne Wiest).
La película de J Blakeson tiene un comienzo potente y
prometedor, ya que nos pone en conocimiento de un procedimiento legal poco
conocido en cuanto a la intervención del estado frente a la ancianidad desprotegida
y lo hace con dureza, buen ritmo y cierto tono de comedia negra.
Los problemas serios surgen (para la protagonista, pero
también para la película) cuando aparecen en escena personajes del entorno de
Peterson que producen un viraje narrativo que lleva el relato al terreno del thriller
de mafiosos. Es en este largo segmento donde se pierde de vista la problemática
inicial (casi reducida a una excusa) y la historia comienza a acumular
incoherencias e inverosimilitudes que tornan muy poco creíble lo que sucede,
aún dentro de las convenciones de una película de género.
También debido a esto, la inescrupulosa villana de Pike
termina consolidando un personaje estereotipado, carente de profundidad, con
decisiones poco creíbles. Y que banaliza lo que representa.
Lo mejor de la película son las intervenciones de Dianne
Wiest y su duelo con el personaje de Marla.
A film that inevitably derails towards the implausible
after its gender turn.
English Review
Marla Grayson (Rosamund Pike) has set up a system of medical
and judicial contacts and a company to obtain legal and official guardianship
of elderly people without relatives who are declared incapable and thus be able
to manage their assets to pay for their geriatric hospitalization and stay with
the rest. But her oiled state-backed plundering mechanism will encounter
unexpected complications when she takes it over as Jennifer Peterson's (Dianne
Wiest) tutor.
J Blakeson's film has a powerful and promising beginning, as
it informs us of a little-known legal procedure regarding the intervention of
the state in the face of unprotected elderly people and does so with harshness,
good rhythm and a certain tone of black comedy .
Serious problems arise (for the protagonist, but also for
the film) when characters from Peterson's environment appear on the scene,
producing a narrative twist that takes the story to the terrain of the mobster
thriller. It is in this long segment where the initial problem is lost sight of
(almost reduced to an excuse) and the story begins to accumulate incoherencies
and implausibilities that make what happens very little credible, even within
the conventions of a genre film.
Also because of this, the unscrupulous villain of Pike ends
up consolidating a stereotypical character, lacking in depth, with little
credible decisions. And that she banalizes what she represents.
The best of the film are the interventions of Dianne Wiest
and her duel with the character of Marla.
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